Corría el año
1852 cuando el rey Napoleón se convirtió en rey de Francia. Su mujer,
apasionada de la moda y las pieles, contrató a Louis Vuitton para diseñar sus
maletas para los largos viajes que realizaba la realeza en aquella época. El
contacto con las clases más altas de la capital francesa, Paris, llevaron a
Louis Vuitton al éxito más rotundo, convirtiéndose en el mejor diseñador de
equipajes del mundo.
Pero los grandes
avances del diseñador estaban por llegar. En el año 1954 se casó con su mujer,
Clemencia - Emilie Parriaux, y al poco tiempo de vivir juntos abrió su primera
tienda. Sus equipajes, especialmente diseñados para transportar ropa y con
forma rectangular, pensado para cualquier tipo de transporte. El monograma de
la marca, compuesto por las iniciales del diseñador y empresario, se hicieron
famosas por todo Francia.
La guerra
franco-prusiana obligó a Louis a cerrar su tienda y exiliarse. A su vuelta, y
con toda la ciudad destruida, volvió a poner en marcha el negocio y amplio
tanto su cartera de clientes como los modelos que diseñaba para la marca.
Nuevas bolsas, maletas y monederos que lo catapultaron a la fama más absoluta
hasta hoy.
En Cotton
Vintage rendimos nuestro pequeño homenaje a este fabuloso y creativo maestro
con una colección de piezas de la colección Monogram (y muchas otras diseñadas
por la firma) con las que, sin duda alguna, brillaréis con luz propia.